viernes, 6 de julio de 2012

LA CRÍTICA


“Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos, debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le dijeron: “¿No escuchabas lo que te decíamos?” La ranita con señas sonrió y les hizo entender que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco.”
La ranita sorda (Leyenda Oriental)

“¿Sabe cual es el producto más barato de la historia? La opinión, la gente se la regalará sin que usted se la pida o quiera recibirla”  Napoleón Hill.

¿Qué motiva a otros a criticarnos?

La crítica crea la falsa impresión de que quien critica está en una posición igual o superior que el criticado.

Es muy natural que nos ganemos críticas porque afectemos a otros con nuestras acciones, pero en gran cantidad de ocasiones la crítica viene gratis, sin haber afectado a nuestro acusador ¿Por qué?

Conforme los medios de comunicación evolucionan pareciera que todos nos convirtiéramos (o por lo menos así lo creemos) en expertos en cualquier materia de nuestro interés.  Las actitudes populares buscan cualquier mancha en el papel para resaltarla y hasta hacer escándalo de ella, hemos adquirido el poder de hablar más de lo que escuchamos, y olvidamos que la naturaleza nos dio dos oídos y una sola boca para escuchar el doble de lo que hablamos.

Ama y cree en lo que hagas, si afectas a alguien habrá que asumir la responsabilidad de tus actos y corregirlo, pero no por ello dejar de amar y creer en lo que haces. Esto te traerá la necesaria paz interior hacia tu labor y trabajarás con más gusto, sin que te afecte el ruido de la crítica.

No te dejes convencer de que lo que haces es “ridículo” / “de moda” / “cursi” / “pussy” y cuanta palabra quiera menospreciarlo, tus metas son tuyas, no de tus críticos, y lo que haces lo haces bien y de puro corazón, porque con ello haces el bien para ti mismo y para quienes te rodean.

Y si mi inspiración se llenara de valentía, y vencido mi miedo a la crítica escribiera yo una fábula acerca de la crítica, sería una fábula como ésta:

“Sobre las ramas muertas de un tronco seco, se posaba un buitre todos los días, y mientras descansaba les gruñía desaliento, a todos los seres vivos quienes con sed y con sumo esfuerzo cruzaban las arenas del desierto.  Imposible era no escucharlo, y mientras la mayoría sus intenciones entendían, había unos pocos inexpertos que a sus palabras se rendían y así encontraba su alimento, el Buitre Criticón”

Ama y cree en lo que hagas.

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