Entre los deportistas y
mucha gente exitosa de otros medios, hay muchos que aseguran haber alcanzado
sus grandes retos al visualizar una meta, trazar un plan hacia ésta, perseverar
o no olvidarse de ella, y mantener una actitud y pensamiento positivos ante las
adversidades que surjan contra tu meta.
Actualmente están surgiendo
corrientes e idealismos, que aseguran que el pensamiento positivo es un engaño
fabricado por las grandes corporaciones, para que sus empleados y personas
afectadas por ellas, suavicen psicológicamente su malestar hacia los problemas
sociales en que se ven involucradas las grandes empresas, y que solamente las
personas pesimistas son capaces de revelar estos problemas hacia los demás (mas
no de proponer sus soluciones).
Entonces ¿Es realmente
útil el pensamiento positivo o no?
En lugar de esa
pregunta, talvez sea mejor hacerse estas otras:
¿Realmente querés
cumplir tus metas o no?
¿Te sirve de algo emprender
un viaje e ir pensando todo el camino que no vas a llegar, o sintiéndote incómodo
por haber decidido partir? ¿No sería mejor mantener en mente las rutas que haz
de cruzar hacia tu destino, y las emociones firmes en tu decisión de partir
hacia allá?
La Investigación de
Operaciones, es una ciencia que estudia la toma de decisiones con matemáticas; tiene
un método al que llama malla PERT, que consiste en dibujar varios puntos que
representan todas las pequeñas tareas para realizar un proyecto, luego se unen
los puntos con líneas, para trazar todas las rutas posibles a seguir; la “estimación
optimista” será entonces la ruta perfecta que asume que todo saldrá bien, sin
ningún problema hasta llegar a la meta; la “estimación pesimista” es la ruta
perfecta que asume que todo saldrá mal, enumerando todos los problemas posibles
y sus costos hasta llegar a la meta. Entre esos dos extremos estarán las rutas
posibles, que podremos utilizar a nuestro favor.
¿Entendemos entonces
que un optimista es aquel que piensa en que todo saldrá bien hasta llegar a la
meta, y un pesimista es el que piensa que todo lo malo que puede pasar, pasará?
Entonces nuestra mente inteligente
debería trabajar para intentar que todo salga bien, y sería absurdo ponerse a
boicotear para que todos los problemas surjan, convirtiendo nuestro viaje en una
odisea.
La actitud, los
sentimientos positivos hacia tu tarea, el entusiasmo que tengas mientras la
realizas, te ayudará a saborear cada pequeño triunfo del camino hacia tus metas
mayores. La satisfacción de realizar cada meta, hará que el dolor y el esfuerzo
sufridos valgan la pena.
“Aquel que disfruta su
trabajo, dejó de trabajar” Confucio.
Links relacionados:
El Pesimista y el
Optimista: ambos contra el Realista
Autor: María Eugenia
Hassan
PERT y CPM
Investigación de
Operaciones
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